Nos lo preguntamos casi todas las mujeres y algunos hombres también, porqué no. ¿Por qué el amor nos hace sufrir? Parece que nos enamoramos y automáticamente empezamos a padecer cosas.
¿Me quiere? ¿No me quiere?, deshojamos margaritas, sin darle remedio a nuestras dudas.
Será que somos dos en vez de uno, o sentimos perder nuestra individualidad, compartiéndonos, reflejándonos.
Esa idealización que no queremos que llegue a su fin jamás, nos tortura con el hecho de que indefectiblemente terminará. Pero se transformará en compañía, entendimiento mutuo, realidad, crecimiento. No lo vemos mientras estamos ciegos.
Espiamos, indagamos, perseguimos. La autoestima sube y baja rauda, frente a la idea de merecer o no actitudes, palabras, razones encontradas. "No me merece", "Es demasiado para mí".
Espiamos, indagamos, perseguimos. La autoestima sube y baja rauda, frente a la idea de merecer o no actitudes, palabras, razones encontradas. "No me merece", "Es demasiado para mí".
Esperas que se hacen eternas y muchas veces paralizantes. ¿Me llamará?, ¿me dejará?, ¿seré la mujer/hombre de su vida? ¡Nunca me lo ha dicho! Esperamos tantas cosas del otro que cuando no llegan nos decepcionamos, nos hundimos en un mar de preguntas y miedos.
Nos enloquecen las ideas de separación y de unión. ¿Somos uno, somos dos?
¿Qué estás dispuesto a hacer por mí? ¿Qué estoy dispuesta a dar a cambio? No consiste en dar o recibir sino en ambas. No es un intercambio de figuritas, es te doy, me das, hoy no, mañana tal vez.
Es pasión desmedida, odio temporal, celos por no ser exclusivo y la dura aceptación de errores marcados fríamente por el otro. Por el que nos conoce de memoria. Ese que conoce nuestros secretos porque los intuye con sólo mirarnos. El que se ha hecho dueño de nuestra virginidad en todos los aspectos. Ese que nos quiere pero que no logra sacarnos la duda.
No somos uno en el otro pero dejámos de ser uno en uno mismo. Somos uno, somos dos.
10 comentarios:
Mi querida Paula; tan reflejada me veo esta vez en todo con este escrito tuyo¡¡¡ Es realmente un escrito maravilloso.Me dejaste esta vez sin palabras, amiga Paula.
Me alegra enormemente haberte conocido, y compartir nuestras almas.
Un abrazo enorme y mil besos,
Ara
Hola Paula, que buen tema que elegiste... pero que complicado no?... perdón que no pase antes.. te vengo leyendo desde hace unos días, pero no tuve la posibilidad de comentarte... me siento identificada en muchos de los temas que tratas... no se tal vez me equivoque pero tenemos un estilo parecido... con respecto a lo que publicaste creo yo que queremos ser uno ... pero indefectiblemente somos dos, con nuestras individualidades y demás cargas... te mando un beso que estes muy bien
Lady Marmalade, gracias por volver!
El tema es complicado pero la idea es seguir siendo uno en compañía de otro. No cambiar la escencia, compartir pero no dejar de ser uno mismo.
Gracias, un beso y espero que también vos estés muy bien. Yo trato siempre de estarlo, aunque a veces me falla la técnica jaja
Es tan complicado de por si ser uno, que muchas veces la mirada del otro nos hace descubrir cosas de uno, que uno no ve o no quiere ver y viceversa.
Yo creo en ser uno + otro. Sumarte a alguien y que se sumen a vos...nose..creo...o espero...
Besos
Yo pienso como vos, pero es fácil confundirse en el otro, o "fundirse". Por favor cambiá ese nombre jajaja
Es que nose como se haceeeeeeeeeeee!!!!!!
Me estoy volviendo loca tratando jejeje!!!!
jajaja no importa, ya sé que sos vos.
Besosss
Te dejo esto que es un escrito de un actor y director aleman que amo se llama Fassbinder:
Una vez soñé que pasaba por un cementerio, y de pronto note algo extraño. Las inscripciones en las tumbas no eran las de siempre “Nacido en 1918, muerto en 1968” o “ Nacido en 1927, muerto en 1975”.
Pero las fechas de estas tumbas eran: “1970- 1972” o “1965 – 1966” o “1954 – 1957”. Nadie allí había vivido mas de un par de años. Algunos incluso menos “Del 18 de febrero al 11 de marzo” o “Del 19 de mayo al 5 de junio”, algunos unas horas apenas.
Mientras intento adivinar porque es un cementerio tan extraño, de pronto veo a un hombre muy viejo delante de mí. Es el jardinero. Le pregunto como había llegado a ser tan viejo, si todos los demás habían muerto tan jóvenes. Se ríe, mueve la cabeza y dice: “ No. Se equivoca. Las fechas no indican la duración de sus vidas, sino el tiempo en que tuvieron un amor autentico”
Un sueño triste. Un sueño muy triste.
A lo mejor no llegue a soñarlo, a lo mejor lo leí u oí en algún sitio... ¿ Qué importa?.
Nadie se traga el cuento de que hay un “mundo real” y una “vida real” y que esa “vida real” es más importante que el amor.
¿ Que importa?. Ya sé que no tenemos ninguna oportunidad a pesar de la hubiéramos podido ser si la hubiésemos tenido.
ME ENCANTO! ES TANNN CIERTO! UFF!
TE INVITO A QUE VISITES MI BLOG!!
BESITOS
Nuuu, no tengo 6 hijos, tengo solo uno!!!! me gustaria tener 6 jajaja!
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