Soy muy apegada a todo, a mi familia, mi casa, amigos. A los asados del domingo, a los festejos multitudinarios familiares. Adicta al paisaje mendocino, al clima no siempre benévolo, a esa tonada terrible que nos identifica, a los hábitos. Devota de las siestas, admiradora de las vendimias, fanática de las empanadas, la nieve, la montaña.
Sin embargo, admiro a esas personas que se mudan cada tres años, con hijos, perros y recuerdos, de país en país persiguiendo sus sueños y encontrando la vida que siempre quisieron y para la que se prepararon.
Yo no podría pero verdaderamente es asombroso ver cómo se adaptan, hacen nuevos amigos sin olvidar a los que van dejando en cada puerto y continúan siendo felices.
Hay que ser muy especial y lo peor es que por esa razón, son tan queribles que cuando se van, el egoísmo hace que uno se sienta abandonado sin pensar en las necesidades del otro.
Yo necesito mis cosas hoy y todos los días, ellos necesitan inevitablemente los cambios.
Al que me quiera buscar... sabrá siempre a dónde encontrarme, sin salirme demasiado de mi rutina que como siempre digo irónicamente, es lo más seguro.
Me saco el sombrero ante los que deciden hacer de su vida...... algo más que una vida.
5 comentarios:
Ese tipo de personas, para mi tienen mucha valía. Porque ya sea por el trabajo o porque realmente lo quieren así, tienen regularmente que hacer maletas de ropas, sueños y amigos...... trasladar su alma a otro lugar, pero siempre quedará con nosotros algo que les hace especial, porque siempre estarán en nuestro recuerdo de una forma u otra....
Si Lola! Eso es lo que traté de que mi amiga la viajera supiera, que uno no los olvida nunca, que es una elección y que me encantaría ser un poco así.
Besosss
Paula simplemente cierto. Y lo mas lindo de esto es lo socialbles que los hacen.. Es asi. Me encanto!!!
Paula; sigues como siempre, tan bella como persona y como escritora. Aquí estoy visitandote que ya iba siendo hora y decirte que es cierto lo que escribes. Yo conozco un viajante que se ha pasado la vida así y es de lo más abierto, natural y lleno de vida.
Luego están los que como tú, que se anclan en un puerto más o menos seguro y que dejan volar la imaginación, la hacen crecer, y esa es otra forma de moverse, viajar y crecer.No te parece?
Muchos besos preciosa,
Me encantó.
Ara
Es complicado el desarraigo...
La mayoría de las personas tendemos a apegarnos a lo que mas amamos. La familia, etc.
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