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domingo, 27 de septiembre de 2009

La magia



Decidíste juntar el valor, que se necesita mucho, para hablarnos de tus dudas y te encontráste con una pared dura de penetrar y otra tan blanda, que no devolvió ni tu reflejo.
Puedo hablar sólo por mí y ni siquiera estoy tan segura de lo que quiero decir. Pero voy a intentarlo.
Me encontráste sin la respuesta adecuada, simplemente, porque parece que nunca la tengo. No sé a dónde buscarla, no sé de dónde sacan los demás, las respuestas acertadas. Me encantaría tener un manual, que me enseñe a responder, a educar, a apoyar, pero no existe. ¡Te lo juro!
En éste momento, lo único que puedo ofrecerte, es todo mi amor. No esperes la respuesta que seguro saldría de mi boca, ya que sé que no te favorecería, pero mi corazón, lo tenés entero, siempre. Claro que ahora no te sirve de mucho, pero perdonáme, es lo que estoy acostumbrada a dar. Quién sabe, tal vez sea lo único que tenga para ofrecer.
Si pudiese darte mi vida, lo haría, pero me necesitás acá. Si pudiese aliviar el peso de tus hombros y cargarlo en los míos, también lo haría, pero no te dejaría crecer como persona. Perdonáme, sigo sin encontrar las respuestas.
Me siento perdida y un poco angustiada. Quiero verte felíz, pero por mucho que me esfuerce, la magia se escapa de mis manos. La magia que me ayudó tantas veces a hacerte reír, la que me ayudó a hacerte  pensar, la que me ayudó a conseguir, que seas lo que sos, la que hará que me recuerdes siempre con amor. Ahora esa magia, se ha escondido y no quiere que la encuentre. Se niega a darme una mano, una respuesta aunque sea simple.
Y descubro, que sola no puedo y que el apoyo que tengo, aunque sea duro y frío, es mi única respuesta. Y me dejo caer en sus brazos, esperándo que me proteja y me deshago del peso de mis hombros, porque él puede soportarlo mejor.
Mis dudas y mis debilidades, siempre serán de él. Mi corazón, siempre será tuyo. Y esa magia, que nos conectó siempre, va a volver, junto con las risas y las charlas. Te prometo que va a volver.

2 comentarios:

Gabriel Ramírez dijo...

Raymond Carver escribió un relato titulado "Tanta agua tan cerca de casa". Es un relato difícil y exigente con el lector. Entre otras cosas lo que viene a decir es que el amor de madre para una mujer es el único que tiene un hueco permanente.
Y creo que es verdad.
Conmueve leer textos así, Paula. Un abrazo desde Madrid.

Nacho dijo...

Hola Pau!!! Genial tu blog, lo estuve chusmeando un poco ahora y pienso seguir haciéndolo toda la mañana, je... Te cuento que ya está 10 puntos mi burbujita, polarizada y todo... Como si nunca le hubiese pasado nada!! Jajajaja... Besos!

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