Otro año casi por terminar. Más de lo mismo, más sorpresas, más... para sumarle a esta bitácora indeleble de pasiones, tristezas, alegrías y emociones. Más recuerdos para sumar. Todo por supuesto, visto a mi manera, con una lupa que solo agranda lo que creo importante.
Este último mes, especialmente, no fue bueno porque perdí a mi perro. Los que quieren a los animales me entienden. Los que no, bueno, soportan mi tristeza.
Ya se me va a pasar, como todo pasa. Como pasan las estaciones, los festejos, lo bueno y lo malo. Como se supera un camino con piedras o un laberinto.
Como la melancolía al final de una etapa y la incertidumbre ante lo nuevo.
Hay cosas que quiero que terminen. Otras que permanezcan para siempre. Otras que solo necesito olvidar.
Recuerdos. Esos que me forman y deforman en el espacio infinito de mis sueños. Esos que me reconfortan aunque sean solo recuerdos. Esos de los que no me voy a poder desprender nunca aunque me duelan. Esos que espero siempre con una esperanza forzada, que se repitan. Una vez más, una vez más,...
Lo bueno, que como siempre repito, yo sigo buscando. Perdiendo y encontrando. Pero principalmente, sigo buscando eso que hará que todo lo anterior haya valido la pena.